jueves, 10 de enero de 2013

Microrrelato: Crisálida al alba


Dentro de mí está flotando, siento su aleteo constante y su zumbido. Cuando balanceo las caderas al caminar, se mueve conmigo, la escucho y la miro.

Me acaricio la tripa con temor y ternura, sin olvidar que ahora somos dos.
Antes del alba, en las horas de incertidumbre…, le canto una nana. Como cada mañana llega el hombre de blanco, nos miramos sin hablar y trata de abrazarme pero no puede.

Me quedo aturdida mirando por la ventana agujereada. Veo los àrboles danzar con el viento, me escapo de la habitación de cristal y vuelo por el bosque mágico: soy la mujer mariposa.

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