Hay libros que nos hacen leer por obligación y es una lástima, porque si uno se para a pensar y los abre de nuevo, se puede encontrar un tesoro, un mundo por descubrir; como en este fragmente de Las nubes que pertenece a la obra Castilla de Azorín:
"La existencia, ¿qué es sino un juego de nubes? Diríase que las nubes son "ideas que el viento ha condensado"; ellas se nos representan como un "traslado del insondable porvenir". "Vivir—escribe el poeta—es ver pasar." Sí; vivir es ver pasar: ver pasar, allá en lo alto, las nubes. Mejor diríamos: vivir es ver volver. Es ver volver todo en un retorno perdurable, eterno; ver volver todo—angustia, alegrías, esperanzas—, como esas nubes que son siempre distintas y siempre las mismas, como esas nubes fugaces e inmutables."
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