El aleteo de nuestras pestañas, mariposas danzando con la primavera.
Junto al riachuelo se doblan nuestros cuerpos,
a lo lejos nos contemplan las murallas castellanas.
Se funde el paisaje, la piel y el a-le-te-o porque:
te-qui-e-ro
Invisibles
Vagamos por senderos de plata,
a rastras sobre la alfombra de camelias despedazadas.
Sombras enlazadas bajo un cielo desestrellado.
Rojo
Tiño de rojo oscuro mi túnica,
busco las dunas eternas,
sin sol ni luna,
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