Sin ti, no veo la claridad.
El hartazgo de la vida
me adormece concupiscente
y el desencanto es tan voraz
en mi soledad.
Sin ti, no veo la claridad, sin ti.
Adiós a mí misma,
olvido de la inocencia,
vuelta al deseo indómito.
Sin ti, no veo la claridad.
Atrás dejo el bosque de promesas metálicas.
Vuelvo a ti, a la claridad, contigo.
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